viernes, 26 de noviembre de 2010

El pajarito (1º parte)

Pero ahora observe la ventana, señor lector, ve aquel pajarito, obsérvele los ojos, ese pajarito lo ha visto todo. Es un canario que hoy se ha levantado con la luz del sol y ha volado para comer sus larvas de mosquito, que es eso lo que comen y no mijo. Bien, el nido de ese pajarito se rompió por la lluvia y él es el que lo tiene que arreglar, que los pajaritos no tienen albañil y son ellos mismos los que reparan sus nidos, así que ha volado hasta aquel árbol a cortar con el pico una ramita, que no es tarea fácil y que lleva su tiempo y por eso tiene que descansar un poco, que derecho a descansar tiene, que como dice la canción no tiene patrón, y así descansando vio la ventana que es una manera de decir, porque, en realidad, vio a través de la ventana y vio a estas cuatro persona que yo le vengo contando, solo que el pajarito los vio desde el otro lado y desde más alto y primero no se dio cuenta pero algo le llamó la atención, que a esa persona la están golpeando aquellos tres. Nosotros, señor lector, sabemos que en realidad el que golpea es uno, que otro pasa la picana y que un tercero pregunta, que si bien, no es lo mismo, cualquier pajarito podría confundirse y nosotros tampoco queremos ser tan detallistas, así que sigamos relatando: el pajarito piensa: “esos tipos lo van a matar” y en eso, como sabemos, no se equivoca. Entonces el pajarito que tendría que estar cortando su ramita empieza a gritar: “no lo maten” que en realidad no grita sino, canta, o más bien, trina y tampoco dice “no lo maten” sino, “piripipí”, que los pajaritos no hablan en humano, con excepción de los loros que pueden decir “dame la papa” o “viva Perón” pero este pajarito no es loro, canario es. Y el pajarito empieza a cantar desde la rama: “piripipí, piripipí” y se desespera cuando ve al de la picana con el balde de agua y fíjese el horror de esa cara cuando ve que Jacinto Gutiérrez va perdiendo las fuerzas, cuando se desploma contra el piso y cuando agonizante da los últimos suspiros, y entonces el pajarito grita, batiendo las alas con desesperación, “piripipí” y eso significa: “Yo lo vi. Ellos lo mataron”. Y así está el pajarito angustiado, cantando de rama en rama con desesperación para que la gente lo escuche: “yo lo vi, a ese hombre lo mataron” pero la gente no se da cuenta porque no lo entiende, entonces el pajarito lo dice bien fuerte “pipiripipí, piripipí” y cuando las personas lo escuchan se quedan mirándolo con asombro y exclaman: “¡ay! qué lindo canta” hasta que alguien aclara: “no canta, trina”.
Y el pajarito vuelve a su nido, ha vuelto sin la ramita, triste, afligido, y la señora del canario, es decir, la canaria, le ve la cara de horror y le pregunta. “¿Qué te ha sucedido?” Y el pajarito se pone a llorar desconsolado y le dice a su mujer, que ella sí lo entiende: “Yo lo vi, ellos lo mataron”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario