miércoles, 12 de enero de 2011

Las máquinas

Los primeros rayos del sol hacen brillar los techos de la fábrica y nos anuncian que el capítulo ha concluido y que debemos iniciar uno nuevo. Así es la cosa, el sol sale todos los días pero los hombres no. Envidia nos da ser tan efímeros. Ayer este mismo sol fue el que alumbró la comisaría, hoy está alumbrando las chapas de la fábrica. Seguirá el sol haciendo lo suyo, seguirán las chapas haciendo lo suyo también, pero los obreros no, porque, como sabemos, están de paro, salvo Jacinto Gutiérrez que no está de paro, pero obviamente tampoco irá a trabajar.

Apagadas están las máquinas que estamos viendo, que hoy tampoco han venido los obreros ni para encenderlas ni para trabajar con ellas. Así tan apagaditas, tan quietitas, no parecen máquinas, parecen, más bien, chapitas, hierritos y cablecitos inofensivos. Nadie diría que estas máquinas son las que transforman pedazos de hierros en piezas de automóviles, las que hacen agujeros, roscas, las que lijan el metal hasta pulirlo, máquinas que doblan chapas, que penetran lingotes, que los moldean, que sueldan dos piezas hasta que quedan unidas para siempre, que golpean el metal, lo cortan, lo vuelven a unir para formar piezas de automóviles precisas, duras, resistentes, hechas por máquinas que en este momento parecen simples hierritos.
Y las máquinas dicen:
-hoy tampoco vendrán-
-quizás mañana-
-no creo, han matado a uno, tardarán más-
-pero volverán-
-siempre lo mismo, los hombres se van pero tarde o temprano vuelven, no pueden vivir sin nosotras-
-¿por qué se van si van a volver?-
- paran, se reúnen, van a marchas, no sé, hacen cosas-
-¿Y por qué paran?-
-Porque protestan-
-¿Contra nosotras?-
-no, contra el patrón-
-¿Por un aumento o porque mataron a uno?-
-ahora por las dos cosas-
-¿y nosotras qué? ¿qué va a suceder con todo el tiempo que estuvimos paradas?-
- Eso ya se verá, lo importante es que vuelvan lo antes posible, durante todo el día de ayer no hemos producido y mientras no lo hagamos no somos máquinas-
-Y si no producimos ellos tampoco son obreros-
-ellos son nuestros obreros y nosotras somos sus máquinas-
-y todos somos del patrón-
-quizás ellos no sean del patrón, por eso se van-
-Acá todo es del patrón, se van pero después vuelven y cuando vuelven, producen, que eso es lo que el patrón quiere-
-Claro, el patrón quiere que produzcamos, pero si ellos paran nosotras no lo podemos hacer-
-Pero no es culpa nuestra-
-Por supuesto, la culpa es de ellos que se van-
-pero volverán-

1 comentario:

  1. muy lindo , este capitulo me recuerda al libro de Sabato, en el que habla de el engranaje humano.

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